No siempre se tiene clara la idea sobre la que desarrollar una casa y es normal, por eso en Vivett dedicamos el tiempo adecuado para dar con esas necesidades que resuelven el 80% de lo que buscamos al crear un nuevo hogar. Sin embargo este proyecto no fue el caso, al contrario. Peru y Ángela sabían desde el principio lo qué estaban buscando y cuales eran sus prioridades. Un espacio abierto y diáfano, que dejara entrar la luz y en el que se pudieran compartir las actividades de la casa y una separación muy ligera que las hiciera compatibles, con un diseño limpio y sobrio pero con un toque de color que marcara el corazón de esta nueva casa, la cocina.
Después de visitar muchos pisos tenían dudas sobre uno de ellos, antiguo y con una distribución
peculiar, pero que se ajustaba por su ubicación y dimensiones. Siempre decimos que ir con un profesional a
visitar un piso no es un lujo, es una necesidad que muchas veces obviamos cuando tiene un coste de
oportunidad altísimo que solo averiguamos cuando ya es tarde. En este caso, una visita fue suficiente para tomar la decisión de compra.
Entre la zona de día y la zona de dormitorios, encontrábamos un largo pasillo en la distribución original, que conseguimos acortar y convertirlo en un espacio de transición luminoso, mediante la apertura del despacho, que por sus ajustadas dimensiones, se beneficia del espacio extra que le otorga el pasillo cuando está abierto.